martes, noviembre 23

La India Pendencia parte XI. Las paredes que oyen.

‘Pues poneos cómoda, Sor Pendencia’... ella se sentó en una de las sillas del escritorio del Oficial mientras él se levantó, fue hacia la mesita que tenía ya el servicio primorosamente dispuesto, se sentó, se puso la servilleta sobre las piernas… dio un sorbito al excelente café Veracruzano (osea que era traído desde Veracruz pues)… dejó la taza en el platito, tomó el cuernito tostado con mantequilla derretida traída de Chalco esa mañana… la miró de nuevo y dijo ‘esto es un manjar venido del cielo… pero a ver… decidme cómo os puedo ser útil’…
Pendencia se tomó unos segundos y contestó ‘pues veréis, distinguido Oficial… sucede que considerando la clase de invitados que tendremos en la tan comentada reunión tuve que reconocer que a pesar de que poseo la técnica y la habilidad para cocinar unas crêpes decentes estoy lejos del nivel que nuestros huéspedes merecen…y en virtud de asegurarme de que las crêpes que vamos a servir estarán punto menos que perfectas consideré necesario contar con asesoría técnica… y debo deciros que me atreví a traer a una especialista que es la “Entretenier” de uno de los mejores locales de comida de la “suida” para que nos eche una mano’...
El Oficial León casi se ahoga con un pedazo de cuernito que se le atoró en el cogote… se detuvo un poco, terminó de masticar y lo bajó con un sorbo de excelente café Veracruzano… se limpió la boca con la punta de la servilleta, se aclaró la garganta, miró a Pendencia y dijo ‘querrá decir “Entremetier”, ¿no?’… ‘eso mismo quise decir, sí’… ‘y… ¿quién es esta especialista, y qué es lo que vos interpretáis como que viene a “echaros una mano”?... sinceramente –y no me malinterpretéis, que lo digo muy en serio- yo opino que vos sois la verdadera y auténtica progenitora de las aves de corral*, con lo que comprenderéis que –viniendo de vos- un pedido así es por lo menos desconcertante’…
*esta expresión la usaba el Oficial de Protocolo León para evitar decir “la mamá de los pollos”, frase coloquial que implica que el aludido (a) es el mero chingón (a) en lo que hace –n. del a.
 ‘Os comprendo y os agradezco la deferencia, Señor Oficial’ dijo Pendencia ‘pero igualmente os pido que comprendáis mi posición… sería muy poco modesto y mucho menos honrado de mi parte que me atreviera a ofrecer solamente “mi mejor esfuerzo” cuando tenemos a quien puede ofrecer a nuestros invitados “el más alto nivel”… quiero decir que eso es a mi entender lo que merecen tan refinados, distinguidos, finos, estilosos, elegantes y agraciados señores, con lo que me parecería incorrecto no garantizar que contamos con lo mejor de lo mejor’…
‘Veréis… es como si yo agarrara y os dijera que os voy a traer una taza de chocolate Belga, y el vez de comprarlo en Liverpool me voy a Texcoco y os traigo chocolate “de ocasión” al que nada más le pongo crema entera de vaca, polvo de cacao, aceite de almendras y un poquito de amargo de angostura para que sepa “más o menos” a chocolate Belga… ¿lo comprendéis?’… además qué os digo… ayudaros es de mi más profundo interés también porque -se acercó a él como si fuera a confiarle un secreto y le dijo en voz baja- si me lo permitís, entiendo que sois quien podría resultar ensalzado o revolcado en el lodo según los resultados de vuestra organización para el magno evento’…
La sola mención del hecho de que su carrera podría terminarse si la cosa no era del agrado de alguno de los asistentes le revolvió el estómago… de pronto la concha con frijoles refritos ya no se le hacía tan apetitosa al Oficial León… ‘tenéis razón’ dijo sudando frío ‘por Espíritu Santo… tenéis toda la razón, Sor Pendencia… no podemos permitir que nuestros invitados tengan ni una sola queja… ahora que lo mencionáis, voy a pedir también que el papel higiénico se cambie por pétalo porque el que tenemos es algo… digamos… áspero… pero mientras tanto, es imperativo que llevéis a la especialista con vos’.
Pendencia -para asegurarse y un poco por disfrutarla- todavía se la puso de gorro… ‘gracias, aunque no hemos resuelto la segunda parte del problema… escuchadme, Sr. Oficial…¿cómo haremos para ingresar con la especialista al recinto de la reunión?... la seguridad estará en su apogeo, entiendo’… él, demasiado abrumado con la idea de ser “arrastrado en el lodo” contestó ‘¿y a quién coño le interesa eso?... no os preocupéis… de mi cuenta corre que esta especialista está ahí, así tenga que sobornar a alguien**… iros ahora, que me ha dado dolor de cabeza’… ‘¿queréis que os mande una infusión de manzanilla y lavanda?... seguro os ayuda mucho’… ‘no, no… quiero asegurarme de que todo estará perfecto, y entonces se me quitará’… ‘pues por mí no os preocupéis, que gracias a este enorme favor que nos hacéis os aseguro que no podéis esperar menos que la perfección’… ‘que así sea, Sor Pendencia… gracias por todo vuestro apoyo… ahora iros, llevaros el servicio y tenedme al tanto de cualquier otro asunto’.
**cualquier parecido con los habituales tejemanejes de la política actual mexicana no es más que producto de la casualidad… el que escribe no pretende bajo ningún concepto dejar constancia de ninguna crítica para con aquellos que se dedican a la profesión de “político”, y mucho menos desea opinar que le parecen una pila de hijos de la chingada chupasangre sin oficio ni beneficio, que vienen a ser mucho más perjudiciales para el País que tener y mantener un hijo imbécil y paralítico inscrito en la Escuela de leyes y Derecho de la prestigiosa Yale University –n. del a.
Pendencia recogió el servicio y salió sonriendo como si fuera a salir en un anuncio de dentífrico… iba saboreando el faneón de derechazos de muleta que le acababa de hacer al Oficial… caminaba muy sonriente pensando ‘ora sí que ni al Manolete le sale me cai… por esta me sacan en andas de la plaza… me caigo rebien… ay, mi querido Peter… ora me casi más remal por animal… te acabas de comer el pior choro que te han echado nunca, y eso te pasa por avariciento, ambiciosudo y codiciososo’…llegó al final de las escaleras, caminó por el pasillo cantando mentalmente una cancioncita que estaba de moda que se llamaba “miénteme pinocho, miénteme”.
Dio la vuelta para entrar a la cocina y… aunque el Paje no traía nada en las manos esta vez, venía corriendo y chocó con Pendencia tan fuerte que ambos cayeron al suelo en medio de un escándalo… la charola salió volando y aterrizó -amarizó más bien- en una humeante olla de caldo de res… la taza, el platito y la servilleta quedaron sobre el paje, y una parte de la concha con frijoles quedó inserta entre la cofia del hábito y la cara, y la otra embarrada en la pechera de Pendencia, junto con la cafetera y todo su contenido…
El personal de la cocina salió a ver qué había pasado… el Paje se levantó… PERESESORPORFAVORMECAIESQUENOLAVI… imploró… Pendencia se levantó mientras se iba limpiando la concha de la cara, y el personal de la cocina cerró los ojos para no ver… el reporte hecho por la ambulancia de la policía decía “se traslada a paciente hombre del sexo masculino que se queja de sordera parcial aguda y dolor en los oídos’… el parte médico del hospital decía “se retiraron dos tapones de material identificado como concha con frijoles mezclada con café embutidos en ambos canales auditivos del paciente hombre del sexo masculino… al preguntarle por qué tenía esas substancias insertas de esa forma simplemente respondió ‘pos por pendejo’… se administraron antiinflamatorios y –a petición del paciente- un tecito de manzanilla para el recargón.
Pendencia estuvo ensayando con la Jim y el Briagoberto hasta el 20 de Abril por la mañana, en que empezaron a armar lo necesario para la reunión. Briagoberto limpió el carrito hasta que quedó como nuevo y se aseguró de que todo estuviera funcionando y en orden. Luego sacó las copas, los platos y los cubiertos más chidos. Lavó todo el servicio –de plata- y lo pulió. Luego llegaron las servilletas y los manteles de la Tintorería Revolución, atendida diligentemente por un señor oriental llamado Bieng Chin Gon, que la gente apodaba –lógicamente- “El Chino”. Contó y dispuso todo en unas cajas que iba a llevarse más tarde para dejarlas antes de la reunión en donde iban a estar trabajando la Jim y Pendencia.
La Jim preparó la masa con tiempo y la metió en el refrigerador (si la masa está muy fría es mejor porque se “hincha” menos rápido cuando se calienta y las crêpes quedan más delgadas y se cuecen más “parejo”), y después se dedicó a preparar los  otros rellenos. Desde luego, las estrellas de la noche iban a ser las crêpes Suzette y las “Tres Quesos”, pero preparó además dos moles, una salsa de tomate y pimiento rojo, pesto de aceituna negra, compotas de frutas, dulce de leche, nueces y almendras picadas, cajeta, crema pastelera, y se encargó de que el cocinero de postres de Palacio hiciera mantecados de fresa, vainilla, caramelo, chocolate negro y tequila. Preparó también una salsa de chocolate negro y una de blanco. Además, por orden de Pendencia puso a cocer 45 huevos… cuando preguntó que por qué tantos, Pendencia le dijo ‘si nomás los va usté a cocinar y no a poner… ni que fuera la gallina… aperciba su hacendosa mercé… si yo quiero 45 huevos duros, usté los coce hasta que se pongan duros y se acabó’...
Mientras aquellos dos trabajaban Pendencia estaba en su habitación. Traía puestas unas bermudas “cargo” (de esas que tienen chorromil bolsas) de color kaki, una playera de algodón blanco  con el logo del “Mikey’s brunch” y unos croc’s, que se había puesto para estar cómoda mientras mezclaba alumbre con vinagre para preparar su “tinta invisible”… incluso había practicado con huevos (quiero decir que había usado unos huevos para practicar, y no que había estado practicando “con mucha dedicación”) para estar segura del tamaño de la letra que tenía que usar para escribir lo que escuchara. Luego de “caerse remal” varias veces antes de quedar satisfecha con la letra -y luego de hartarse de pelar huevos para leerlos- planchó su hábito recién lavado y sacó su delantal “de gala”… una obra de arte con flores y pájaros de colores… era de algodón crudo tejido y bordado a mano por la mismísima Señora Da. Eufrosina Ruiz. Pendecia solamente lo usaba cuando la cosa era realmente importante, osea que lo había usado antes dos veces: La primera el día que su mamá se lo había regalado (hicieron mole), y la segunda para la inauguración del “Mikey’s Brunch”. Esta era la tercera.
Después revisó el sistema de navegación de la Paloma y le dejó comida extra mientras le decía ‘pa que tenga energía su voladora mercé’ y la puso a descansar en el nido del alféizar de la ventana… la paloma no se quería quedar en el nido y despegaba cada vez que la dejaba ahí haciendo “currú… currú” y revoloteaba por la habitación... hasta que Pendencia se cansó de perseguirla, la pepenó y la amarró usando un paliacate para dejarla hecha tamal en el nido ‘chingao… si le digo a su emplumada mercé que se quede ai pa descansar, pos agarra y se queda ai pa descansar, es Vd. otra que parece mosquito de lago… y sígale y el próximo desayuno del Virrey va a ser paloma en adobo rellena de pistaches, me cai’… a la pobre paloma no le quedó otra más que estarse ahí quietecita, y Pendencia le quitó el paliacate cuando se quedó dormida.
Estuvo un buen rato peleándose con el estetoscopio hasta que agarró la onda de cómo usarlo ‘carajo… tan fácil que era decirme que esta madre hace que las cosas suenen más fuerte y no se lo ponía al CD ni apuntaba pa la calle, chingao… me caigo remal’…finalmente las campanas de Catedral llamaron a misa de 5 –la última del día. Pendencia metió el estetoscopio en una de las bolsas laterales de las bermudas y se puso el hábito encima… pero no le gustó la solución … ‘la chingadera va a ser sacarlo sin que alguien que me vea piense que les estoy queriendo enseñar los calzones así nomás gratis’… luego decidió mejor ponerse las olivas alrededor del cuello –donde las tapaba la cofia- y dejar que la manguera bajara por una de sus mangas… así podía ponerse y quitarse las olivas rápido, y la manguera y el diafragma no se notaban en las mangas anchas del hábito… ‘a ver… así le haría Jack Bauer segurito… ese me cai rebien’...
Al final bajó a la cocina y vió a Briagoberto y a la Jim como que “platicando” muy juntitos sentados en la mesa donde comía el personal. Entró sin hacer ruido y ambos pegaron un brinco al escucharla ‘¡a ver a ver a ver!… ¡¡¡esa mano árbitro!!!’… mirando a Briagoberto le dijo ‘no se le vaya a ocurrir decir algo porque le plancho la camisa, pero puesta’… ‘y Vd.’ mirando a la Jim ‘aperciba que vienen por nosotras en 10 minutos, osea que agarre y vaya a lavarse la babota de la cara, ándele, antes de que la agarre a cocos’…
Llegó por ellas uno de los cocheros de Palacio en una berlina como la que habían usado para ir al lugar del Chef Sobo. Al salir Pendencia vió el carruaje amarillo con dos rayas blancas de la Yei estacionado afuera del Palacio ‘¿qué chingados hace esta aquí?... segurito vino a poner nervioso al Peter ese’… el cochero azuzó a los caballos y estos trotaron para llevarlas hasta el Palacio de Minería, que estaba justamente en donde está ahora… a escasas tres calles del Palacio Virreinal. Al llegar a la entrada las recibió el jefe de Estradiotes de la guardia de Palacio… ‘pero Sor Pendencia… ¿qué os trae por aquí?’… ‘¿cómo que qué me trai por aquí?... pos venimos a cocinar para los importantes personajes que van a venir ora’… ‘pero’ replicó el soldado ‘vos tenéis un pase?’ Pendencia le dijo ‘aperciba, su aguerrida mercé… estamos aquí por órdenes del Oficial de Prolotoco... de proctololo... de... osea... déjenos entrar antes de que la comida se eche a perder, porque si eso pasa me encargo de irle a decir al Oficial León que Vd. nos dejó afuera y por eso la cena valió puritititito pirrín’… el soldado no sabía si lo que Pendencia decía era cierto, pero sí sabía que –dad la información que circulaba por Palacio- era mejor hacer como que sí sabía que perder los dientes por ignorante, con lo que las dejó pasar.
Una vez dentro, fueron a preguntar dónde iban a estar… el concierge muy amablemente les indicó cómo llegar y les dijo que sus cosas ya estaban ahí… llegaron donde el carrito y las cajas que había enviado Briagoberto (que ya habían revisado y tenían todas una etiqueta amarilla que decía “SECURE-X-ray scanned”)... ‘A ver… aperciba su chaparrita mercé… pónase a sacar los platos mientras yo voy a dejar la mantelería en la mesa… orita vengo’…. la Jim –curiosamente muy animada- le dijo ‘sí Sor Pendencia… ahorita dejo todo listo aquí’.
Pendencia llegó a la sala y viendo que la mesa era cuadrada y que había espacio suficiente eligió servicio ruso para la ocasión… Este servicio consiste (por regla general) en que el jefe de cocina prepara las grandes piezas de alimentos, que se llevan decoradas en un carrito a la mesa. Un camarero que tiene a su cargo ser jefe de cortes (Trinchador) procede a cortar las piezas frente a cada comensal. El servicio a la rusa se combina generalmente con el servicio a la inglesa, que consiste en que el jefe de mesa (o un camarero elegido para la ocasión) se encargan de servir ellos mismos raciones iguales a todos los comensales usando su propia cubiertería para trinchar, pincear y servir cada plato. Todo el servicio se hace por el lado izquierdo de los comensales. El Servicio a la rusa fue inventado por el Príncipe Ruso Alexander Kurakin mientras estaba en el exilio en Francia***
***pinches estirados… tan chido que es comer tacos a mano y en la banqueta –n. del. a.
Pendencia dejó los manteles y las servilletas sobre la mesa y regresó con la Jim, que estaba ocupada acomodando un “set” completo sobre el carrito para ver cómo se veía mejor. ‘Aperciba su entretenida mercé’ le dijo ‘deje de hacer pirámides de platos y ponga “antención”… vamos a usar servicio ruso-inglés, oséase que nomás ponemos las copas, los platos base y los cubiertos y llevamos los demás “arrejunto” con las fuentes en cada vuelta… así podemos acomodar todo más rápido cuando lo vayamos recogiendo… oseáse que agarre y ponga arreglos facilitos mientras pongo el carrito y cuando tenga 3 o 4 me dice pa verlos y pa que los vea el Oficial de progotolo… de proclotoco… de esa madre, que me cai remuy remal’…
‘Sí Sor Pendencia’… la Jim muy diligente se llevó varios platos y copas y todo y empezó a trabajar… Pendencia aprovechó para ponerse las olivas del estetoscopio y estirar la manguera que tenía dentro de la manga… pensaba “me dijo la Yei que esta “pader” es de madera y podría yo oir… a ver sisierto”… pegó el diafragma del estetoscopio a la pared, y efectivamente pudo escuchar el ruido de lo que hacía la Jim mientras ponía platos de metal, copas y cubiertos sobre la mesa “ah cabrón” pensaba “esto del es-trec-tolos-copio está bien chingón… sioye todo”… en una de esas le gritó a la Jim ‘¡su mercé!...¿onde chingaos dejó la boquilla del “aigreador”?’…
La Jim –que estaba muy concentrada- le contestó sin alzar la voz ‘búsquela debajo de la plancha caliente del carrito, Sor’… y se hizo chiquita pensando que Pendencia iba a venir a ponerle tres chingadazos… pero no… Pendencia estaba del otro lado de la pared con los ojos como platos… había escuchado a la Jim clarito sin quitarse las olivas de los oídos pensando ‘ora sí ya chingamos, y no “emprecisamente” a nuestras madres, me cai… se oye en dolby sensurround stereo’… y luego con sonrisa maquavélica dijo bajitoentre dientes ‘me cai que qué clase de atorada olímpica les vamos a aplicar a estos jijos de la maledicencia’… estaba tan encantada que no se había fijado que la Jim le había dicho nomás “Sor”…
La Jim finalmente armó cuatro arreglos distintos, variaciones todos del básico: tres copas –agua, tinto y blanco o espumoso-, platito de pan, plato base, tenedor y cuchillo de pescado y de carne, cuchara sopera (o para consomé) cucharita para postre y tenedorcito para mariscos. A cada uno le puso una figura distinta con la servilleta, e incluso puso unas velas para darle un toquecito “más nice” según ella. Pendencia mandó que llamaran al Oficial de Protocolo León para que diera el visto bueno a alguno de los cuatro.
El Oficial llegó acompañado ni más ni menos que de la Yei, que iba súper elegante con un vestido negro liso de manga larga sin spencer, y traía una sombrilla rosa que hacía juego con el diamante y el listón. Entraron, él con cara de que el mundo le quedaba chico y ella con la sonrisa encantadora de siempre. ‘Buenas tardes Sor Pendencia’ dijo el Oficial de Procolo ‘buenas las tengáis, Señor Oficial y Señorita’ mirando a Yei –que se veía de lo más entretenida- le dijo a él ‘os veo muy bien acompañado’… el oficial de protocolo miró a la Yei con ojos de borrego a medio morir y dijo ‘veréis… es que aquí mi amiga la Srita. Yei es conocedora de todos estos menesteres, y me atreví a pedirle que nos asistiera’… ‘sí a huevo’ pensó Pendencia ‘lo malo, querido Peter, es que no sabes que te están viendo la cara de turista a lo merito grande… ni les vas a pasar, ni le vas a salir’…
‘Pues me parece muy bien… la opinión de una conocedora siempre es valiosa’ dijo Pendencia mirando a la Yei y –extrañamente- sonriéndose un poquito con ella. La Jim miraba todo el asunto con cara de que no entendía muy bien qué estaba pasando, pero como Briagoberto la había aleccionado para que mantuviera la boca cerrada por temor a que le tiraran un diente o algo peor, se quedó ahí muy derechita junto a la mesa, esperando para guiar a los visitantes por los distintos arreglos. Pendencia miró al Oficial y a Yei, y señalando a la Jim les dijo ‘la señorita Jim –enviada especial del Chef Sobo- os mostrará cada arreglo y vosotros decís cuál os parece mejor, así que adelante’.
Como era de esperarse, el Oficial se decidió por el arreglo que la Yei prefería y les dijo a Pendencia y a Jim ‘habéis hecho un trabajo magnífico… ahora dejad todo según lo acabamos de acordar, y preparad lo demás’… miró a la Yei casi con la baba escurriendo por un lado de la boca y le preguntó ‘¿me acompañaríais a revisar las otras dependencias?’ ella contestó ‘me encantará, pero antes dejadnos un momento, que quisiera preguntar a las damas aquí presentes algunos trucos para poder hacer estos mismos arreglos en mi casa, que es vuestra, ya lo sabéis’… el Oficial casi flotaba cuando dijo ‘como queráis, os espero en la planta baja para revisar las alfombras y los adornos’… se quedó un momento mirándola y agitó la mano con cara de idiota diciendo ‘à bientôt ma chérie!’ mientras daba la vuelta para bajar. Ella lo miró sonriente y agitó la mano también mientras él salía… cuando se fue volteó a ver a Pendencia y a la Jim y con cara de hastío les dijo ‘este es más insoportable que una ladilla con espuelas, caray… además no se baña por las mañanas y huele a almohada… guácala’… la Jim soltó la carcajada y Pendencia simplemente dejó salir –por segunda vez- una sonrisa…
La Yei miró a Pendencia y la tomó del brazo para salir con ella ‘Sor… ¿me acompaña un momentito aquí afuera?’… y mirando a Jim le dijo ‘está lindísimo tu arreglo ¿ves?… luego me explicas cómo se hacen ¿zaz?’ la Jim –en el mismo tono fresa- le dijo ‘claro!, y por cierto, tu vestido está superguau’… ‘gracias… lo compré en JC Penney’ contestó la Yei saliendo con Pendencia a donde estaba el carrito y lo demás… cuando estuvieron ahí la miró y le preguntó bajito ‘Sor… ¿ya tiene todo listo?’… ‘simón… ya estuve ensayando con el “es-tepto-colos-cocopio” y todo… ya hasta oí a la Jim desde aquí’… ‘¡qué emoción!’ dijo la Yei… ‘Josefa va a estar contenta, y eso está bien… yo no voy a estar aquí para la reunión, pero que tenga suerte… ¿tiene los huevos duros?****’ Pendencia abrió las puertas de abajo del carrito y le mostró los 45 huevos… ‘ahí tengo harto espacio para escribir hartas cosas… a ver si cabe todo porque si no me voy a caer remal’… la Yei la miró con cara divertida ‘no se preocupe Sor… todo va a salir bien… Vd. relájese y verá que todo sale hermoso’… ‘está bueno… ¿le tengo que avisar de algo a su mercé, o nomás mando la paloma o qué chingados?’… ‘no… nada más mande la paloma y yo me podré en contacto con Vd. en los días siguientes’... ‘está bueno… ora váyase con el Peter, que segurito debe estar babeando nomás de pensar que va Vd. a ir a verlo allá abajo’ dijo Pendencia con cara de “cómplice”… la Yei le dijo con tono de queja ‘es que huele a almohada… ay guácala… ya me voy… vai’…
Pendencia se quedó ahí mientras veía bajar a la Yei… cuando desapareció por las escaleras sintió un súbito acceso de cólera… ‘me lleva la meritita chingada’ pensó ‘esta me volvió a decir nomás Sor… y se me volvió a ir… me cai retemuy remal’…
CONTINUARÁ

****sin albur -n. del a.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME ENCANTA.... CADA VEZ QUE LEO UN NUEVO CAPITULO, LO UNICO QUE PIENSO CUANDO TERMINO DE LEER ES:

"NO QUIERO QUE SE TERMINE!!!!!!!!!"

MUCHAS GRACIAS!
:)

Vaiiiiiiiii

pd. Yei es la neta! me cae.